domingo, 4 de noviembre de 2012

domingo, 28 de octubre de 2012


LA MEMORIA HISTORICA :




La memoria histórica es uno de los elementos determinantes para la verdadera reconstrucción de las relaciones sociales entre sujetos victima de un fenómeno social como la violencia . ¿ Que permite la memoria histórica ? ¿ Cual es la importancia de este concepto para la recuperación del tejido social ?


La memoria histórica es un elemento fundamental para las sociedades que han sido victimas de procesos de represión y violencia, siendo  un  paso indispensable para obtener siquiera un módico de salud mental e ir configurando su identidad personal y colectiva. El proceso cognoscitivo de aplicar el concepto de “ memoria histórica “ permite generar una verdadera reconciliación , recuperar aquello que se perdió victima de la represión y la violencia, convirtiéndose en un elemento indispensable para recuperar el tejido social perdido por el fenómeno represivo. “ la recuperación de la memoria histórica debe tener la intención de reparar el tejido social rasgado por la mentira oficial, el discurso encubridor y el cinismo político. Queda claro que esta memoria no consiste principalmente en procesos de almacenamiento y recuperación de información o de imágenes del pasado, sino que implica de forma directa la re-significación de las mismas y la integración de esos recuerdos a la vida cotidiana personal y colectiva “ [1].

¿ Cual es la importancia de la recuperación de la memoria histórica ? el importante  valor terapéutico individual y por su  papel preventivo, desde el punto de vista social. La memoria sirve para desmantelar los mecanismos que hicieron y siguen haciendo posible la barbarie, para luchar contra la impunidad, para recuperar una cierta noción de verdad. Amalio Blanco (2002)

Según Baro, otro de los elementos a tener en cuenta para notar la significancia de recuperar esa memoria histórica , es el desmantelar la institucionalización de la mentira cambiándola por una institucionalización de la verdad . En el contexto de la masacre del Naya caso que nos atañe en este escrito la justificación de los autodefensas para perpetuar esta masacre, se fundamento en que las comunidades victimas de esta barbarie , eran grupos auxiliadores de las guerrillas y muchos de los integrantes de estos grupos armados residían en esta población, planteando una clara polarización social respecto de los habitantes de la región del naya, donde o se ayuda a las AUC , o se es auxiliador de las guerrillas de izquierda . Bajo este supuesto los grupos que perpetuaron esta masacre intentan legitimar esta acción. Es en este contexto donde tiene que imperar la recuperación de la memoria histórica por parte de las victimas  en pro de facilitar : “el  poder vivir en verdad y desde la verdad y, en consecuencia, posibilita la salud mental de los individuos, en especial, de aquellos que se encuentran en etapas críticas, en la formación de sus .El acceso a las historias individua- les y sobre todo a las colectivas, desde el ámbito de la verdad, hace perder a la mentira institucionalizada su carácter represivo, obsesivo y enajenante.”[2].  El que estos grupos victimas de la represión puedan hacer el ejercicio de recuperar la memoria histórica , de poder cerrar las heridas y buscar la verdadera reconciliación , faculta para que hacia futuro esa mentira institucionalizada desaparezca en pro de entender la verdadera dimensión del conflicto.


¿ Que papel tiene para una comunidad la recuperación de la memoria histórica ? Para los sobrevivientes de la masacre del naya ,  la recuperación de la memoria histórica tiene en primer lugar un valor terapéutico colectivo , sentando  las bases para un respeto sostenido a los derechos humanos, desarmando la impunidad y su sistema de privilegios continuados para los verdugos y la prolongada descalificación de las víctimas, y, en definitiva, posibilita la institucionalización por así decirlo de la verdad. Es así como a través del ejercicio de recuperar esa memoria histórica no solamente se cierran heridas ocasionadas por la violencia , sino se busca prevenir hacia futuro la repetición de esas conductas , teniendo un doble criterio el ejercicio de la memoria histórica , un criterio terapéutico  y otro preventivo. ¿ En que radica ese criterio preventivo ? “ La acción de recordar tiene el efecto de impedir que vuelvan a suceder los hechos horrendos que se recuerdan, ya sea porque dicha acción empodera a los que recuerdan y, o porque los verdugos encuentran más difícil actuar y justificar la violencia que ellos generan.” [3] Es así como con el factor preventivo de la memoria histórica , se evita hacia futuro la institucionalización de la mentira .

¿ Pero que elementos determinantes debe tener la recuperación de la memoria histórica, para que el ejercicio correcto de la misma ? para que la memoria histórica cumpla con esos objetivos tanto de recuperación como de prevención es necesario aclarar , que en su ejercicio deben coincidir una serie de elementos que permitan la recuperación de la salud mental y el tejido social , en primer lugar debe ser una recuperación de la memoria clara , concreta y sincera , no dando lugar a un distorsionamiento  de la verdad bajo ningún motivo. ¿ A que hace referencia ese distorsionamiento de la verdad ? Se debe entender como aquella omisión selectiva de acontecimientos importantes, la manipulación de las vinculaciones entre los hechos, la exageración y el auto embellecimiento, la culpabilización de las víctimas, responsabilizar a las circunstancias y no a políticas adoptadas por las cúpulas del poder, y el etiquetaje social (Baumeister y Hastings, 1997; Rosa y otros, 2000a). En el caso de la masacre del Naya , se debe evitar a toda costa que el proceso de recuperación de la memoria histórica sea afectado por esa omisión de hechos , cuando se presentan estas circunstancias , la recuperación de la memoria en lugar de cumplir un papel restaurativo , genera una carga hacia las victimas imposibilitando la verdadera reconciliación.

¿ Cual es la importancia del reconocimiento social de los hechos ? a través de este reconocimiento los supervivientes no se ven forzados a privatizar el daño, se dignifica a las víctimas y se provee de un apoyo social a las personas más afectadas , es en este punto donde prima la importancia de la colectividad por encima de la individualidad , es mas factible la recuperación del tejido social a través de procesos de recuperación de memoria histórica colectivamente , que siendo realizados de manera individual, la colectividad permite la construcción de significado, tanto para la comunidad como para los individuos que la componen.

La memoria y el olvido , son dos conceptos importantes de analizar dentro de la concepción de la memoria histórica , el olvido fuera de lo que se piensa es una acción tal como lo es recordar , convirtiéndose en la contraparte de la memoria . ¿ A quien favorece el olvido ? el objetivo de los victimarios es este , el poder desmemoriar  de lo ocurrido a las victimas para con esto seguir ejerciendo su poder sin ninguna intervención , en segundo lugar establecer la impunidad como elemento dentro del orden social , y  la tercera con los esfuerzos para reducir la salud mental a la propia y, por lo tanto, retener sólo para sí espacios de sanidad. Convirtiéndose el olvido es una acción debidamente ideológica, que tiene propósitos específicos y no es una sencilla inatención.

Para la recuperación del tejido social , en nuestro caso la recuperación de la identidad de un grupo poblacional  atacado de manera directa , legitimado a través de una mentira institucionalizada , la recuperación de la memoria histórica rescata en el presente, la significación de estos hechos y la importancia que tienen, en nuestro discurso, en la actualidad ,buscando establecer la verdad de lo ocurrido para con ello legitimar la institucionalización de la verdad por encima de la mentira.  ¿ Pero como recuperar este tejido social gravemente afectado por actos atroces ? , la recuperación del tejido social a través de procesos de recuperación de memoria histórica tienen que comprender procesos comunitarios y sociales por una doble razón: porque el sobreviviente mantiene sus relaciones sociales y de allí espera su apoyo social, y porque los violentados no sólo son los individuos mismos, sino la comunidad a la cual éstos pertenecen, las relaciones entre sus miembros y la integridad de las relaciones intergrupales, por ejemplo la celebración de rituales fúnebres dignos , de homenajes hacia las victimas , de actos públicos por parte de los victimarios de reconocimiento de sus acciones y búsqueda del perdón hacia las victimas , permiten que esa recuperación del tejido social sea mas eficaz . Convirtiéndose de esta manera la impunidad en el peor elemento en pro de la reconciliación entre victimas y victimarios. En Colombia , un país tan afectado por la violencia originada de distintas fuentes , la recuperación de la memoria histórica es uno de los elementos que nos tienen que conducir a la tan anhelada paz , es a través de actos encaminados a buscar regenerar ese tejido social , como se conseguirá hacia futuro la verdadera reconciliación entre hermanos . Es aquí donde se ve la importancia y el significado de aquellos actos de arrepentimiento publico por parte de los victimarios hacia las victimas , de aquellos actos que por encima de tener un contenido patrimonial buscan una reparación moral , intentando generar unos lazos entre victimas y victimarios basados en el perdón y la verdadera reconciliación , para hacia futuro evitar la ocurrencia de ciclos de violencia y venganza , siendo esta la única verdadera salida al  eterno conflicto armado que vive nuestro país.








Sistematización de una experiencia de Memoria que se haya realizado sobre la problemática escogida.




Fuente : Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca

La lucha contra la impunidad sigue. Este año se conmemora el décimo aniversario de la Masacre del Naya, región que bordea el Rió Naya, límite entre los departamentos del Cauca y del Valle del Cauca. Varios eventos fueron organizados para recordar y para denunciar la impunidad en que sigue esta Masacre.
El sábado 9 de abril, las víctimas, junto con las autoridades indígenas y asociaciones de Derechos Humanos, hicieron una denuncia pública en Santander de Quilichao y sembraron una palma en memoria a los muertos del Naya y a Alexander Quintero, líder del Naya asesinado el año pasado. Luego se dio un recorrido por las comunidades afros, para expresar la unidad entre los afros, indígenas y campesinos, antes de proceder a una ceremonia de armonización en el Rió del Naya, donde se encuentran,  todavía, desaparecidos de la Masacre. Una misa política fue organizada el domingo, junto con una galería de memoria. Este mismo día se escribieron exigencias de las víctimas y organizaciones, con el objetivo de darlas a conocer el lunes, en la Asamblea de conmemoración, en Timba Cauca. 

Unos datos para los que olvidaron o que nunca supieron de estos días de barbaridad, de estos años de hostigamiento a los pueblos indígenas, a las comunidades afros y a los campesinos del Cauca y del Valle...

En los últimos 50 años, en las tierras fértiles del Naya empezaron a crecer los cultivos ilícitos de  coca: la zona, casi virgen, es un lugar privilegiado para el tránsito de productos ilícitos. Estas actividades atrajeron todo tipo de grupos armados, tanto las FARC, el ELN, como el Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Las AUC, es decir los paramilitares, fueron convocadas por los principales narcotraficantes del cartel del Norte del Valle y un grupo de empresarios locales para que les cuidaran los negocios del acoso guerrillero (fuente: www.verdadabierta.com). Desde el año 2000, encabezado por José Ever Veloza García, conocido como ‘HH’, un ejército de 800 paramilitares armó retenes ilegales, señaló, secuestró, agredió, desapareció, asesinó, en el centro del Valle y el Cauca, causando numerosos desplazamientos forzados. En noviembre de este año, la Fiscalía alertó al gobierno sobre los retenes de los paramilitares entre Buenos Aires y Santander de Quilichao, quienes controlaban el acceso de las comunidades a los alimentos y víveres. “Ellos determinaban quién vive y quién no vive” expresó el Gobernador de Kitek Kiwe. La masacre del Naya había empezado un año antes, pero las autoridades tomaron en cuenta la gravedad la situación sólo en diciembre del año 2000 cuando se desplazaron más de 4000 indígenas del resguardo de La Paila en El Naya. En una situación tensa, después del asesinato de Elías Tróchez, gobernador indígena del Alto Naya, por el ELN el 11 de diciembre de 2000, la fuerza pública entró en la región del Naya.

En marzo de 2001, el Ejército salió y los paramilitares regresaron. La Defensoría del Pueblo mostraba su preocupación desde 1999 sobre la presencia de paramilitares en la zona, ya predecía una masacre, cuando el 27 de marzo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exigió al Estado colombiano establecer medidas para proteger a la población indígena.

A pesar de eso, el 5 de abril, fueron 500 hombres armados de las AUC, según la Defensoría del Pueblo, que emprendieron el recorrido de la muerte por las 17 veredas de El Naya.  El 9 de abril, bloquearon las vías y secuestraron informadores para ayudarlos a buscar los presuntos guerrilleros. El día siguiente empezaron la masacre en El Ceral, la cual duró 4 días, principalmente en Palo Solo, Rio Mina, El Placer y San Antonio. Hasta la fecha se han recuperados sólo 37 cadáveres, pero según las comunidades son más de 100 personas que fueron asesinadas. El 13, después de matar tantos civiles, comenzaron los combates entre las AUC y las FARC, que duraron hasta el 16 de abril. Se reportó también que algunos paramilitares huyeron con la ayuda del Ejército, después de la masacre. Miles de desplazados llegaron a Timba, Santander, Popayán, Jamundí y Cali. La fuerza pública se presentó en el lugar el 26 de abril, cuando todo había acabado, y sólo hacía falta recoger la carne podrida.   

Doña Rubiela recuerda todos los detalles de este 11 de abril cuando mataron a su marido, y tuvo que huir con su niña de 5 años.  “Mi historia para ustedes es muy conmovedora, muy triste, muy amarga, para mí también” introduce, con una foto de familia en la mano. En la foto, un hombre, una mujer y una niña, sonríen. 

Doña Rubiela estaba preparando las arepas cuando llegaron los paramilitares. “Son las AUC” dijo su vecino. “¿Quiénes?” “Pues es la gente que está matando en El Ceral, en Timba, en todas partes” contestó.  Las AUC llevaron a la familia y los acusaron de ser guerrilleros, colaboradores. Según Doña Rubiela, un guerrillero capturado por las AUC decía: “Si van a matar gente, están equivocados, aquí no hay guerrilleros, puros campesinos, trabajadores”, pero dispararon a todos los hombres de la comunidad. “Mi marido abrió la boca y le pegaron el tiro aquí” cuenta esta señora, “quisieron quitarle los pantalones a mi niña para ver si no era un niño”.  Como muchos desplazados, las dos mujeres perdieron todo y se fueron sin nada. Como muchas víctimas no obtuvieron reparación. “He sufrido, he aguantado hambre, no tenía donde meter mi cabeza con mi hija, estos diez años para mi han sido duros...golpes tras golpes”. 

En este lunes 11 de abril 2011, en la Asamblea de conmemoración y de resistencia, las víctimas de la masacre del Naya, las organizaciones y los procesos sociales del Territorio ancestral, no olvidan.

Ellos exigen la reparación integral para las víctimas, particularmente de las viudas y huérfanos de la masacre, y para las poblaciones desplazadas por el conflicto armado, antes, durante y después de la masacre. “El daño que nos hicieron las autodefensas en el Naya, va a tener el señor Presidente que repararlo” exclamó doña Rubiela con enojo, “no queremos más libras de arroz, ni más libras de lentejas, necesitamos que nos den una vivienda para nosotros vivir”.  También se tendrán en cuenta las víctimas de los asesinatos anteriores y posteriores a la masacre del Naya. Porque, todavía no se sabe el número exacto de víctimas, pues la gente tiene medio de las amenazas por parte de paramilitares. 

Por otro lado, las autoridades denuncian la persistencia de crímenes y amenazas en la zona: la desaparición de Manuel Antonio Ramos, gobernador indígena, en 2003, la responsabilidad de la fuerza pública en falsos positivos en 2007, las amenazas contra la directiva de Kitek Kiwe en 2008 o el asesinato de Alexander Quintero, líder del Naya, el 25 de Mayo de 2009. Y sigue el horror: de regreso de esta misma conmemoración, un comunero indígena, Hugo Ulcue, perteneciente al Cabildo la Playa Alto Naya, fue asesinado este 12 de abril. “El cadáver fue abandonado en cercanías de la sede del cabildo de esta localidad como un acto de advertencia” dice la ACIN. ¡La masacre del Naya todavía no ha acabado!  

Piden Justicia. Otra vez. Para sacar a la luz quién fue responsable de esta masacre, tanto los responsables materiales - los paramilitares - como los responsables intelectuales. Que se reconozca la responsabilidad del Estado por omisión y participación. Si hoy 73 paramilitares están encarcelados, otras preguntas quedan sin repuestas. La participación de ex-militares en las AUC, el uso de vehículos del Ejercito y su ayuda en el escape de varios “paras”, el silencio de la base militar cuando pasaron los batallones de paramilitares, las reuniones entre “HH” y responsables de la fuerza publica... la contemplación del Estado frente a las alertas tempranas. 

En repuesta al paramilitarismo, el Gobernador de Kitek Kiwe, Gerson Acosta Salazar, analiza “Se llamaban Pájaros, Chusmas, luego AUC, Rastrojos, Águilas Negras, y ahora las ‘Bacrim’.  Pero la comunidad deja claro que nosotros no apostamos en esos términos, nosotros sabemos que el conflicto persiste en este país y tenemos claro que es una política de Estado, el paramilitarismo puede cambiar de nombre pero persiste en nuestros territorios y es lo que hoy estamos rechazando. La política de Estado de agresión, de despojo continua.”  

Y el gobierno es el gran ausente en este evento. Nunca tuvo la voluntad de hacer justicia en este caso. Nunca acompañó a las víctimas, nunca reconoció su responsabilidad. A pesar de que aceptó y confirmó la invitación a esta conmemoración, no vino. Unos funcionarios, visiblemente sin voluntad, presentaron informes pero, como lo relata la constancia, “desde su responsabilidad política y administrativa no pudieron ir más allá de dichos informes” y “asumir compromisos que permitan demostrar la supuesta voluntad del gobierno y el Estado con las víctimas y su responsabilidad de garantizar los derechos fundamentales de ellas”.

La Asamblea exige la titulación de territorios del Naya de manera colectiva a las comunidades afrodescendientes, campesinas e indígenas, así como el respeto a estos territorios y consultas previas por cualquier proyecto económico. Piden el respeto de sus derechos, garantías de prevención y protección para los líderes y lideresas de las comunidades del Naya, el acceso a la Justicia. Quieren una Ley de víctimas que castigue los hechos perpetrados por los paramilitares y “los determinadores del delito” como lo manifestó el gobernador de Kitek Kiwe “no más cifras  sobre víctimas, exigimos una ley que respete y defienda a los pueblos”.

Finalmente, se reconoce que “sólo la movilización y la lucha en las calles y en la liberación de los territorios será posible alcanzar verdaderos resultados en el camino de la reparación colectiva, en el reconocimiento de la verdad y la consecución de una verdadera justicia”. Por eso, en este año de memoria, la comunidad decidió reunirse el 29 de abril para decidir las acciones a realizar con el fin de presionar al gobierno y acabar con esta impunidad. “¡No queremos esperar diez años más!” gritan las víctimas. En este marco se propuso una minga de resistencia hasta la ciudad de Bogotá, lo que se discutirá en esta reunión.

Por lo tanto, los participantes reconocen la necesidad de unirse para protestar contra la violencia general que vive el departamento del Cauca. “Hay un conflicto interno, unos  intereses territoriales, unas políticas neo-liberales que afectan tanto al indio, como al negro y al campesino, es por eso que tenemos que estar todos unidos en un solo lenguaje, exigir derechos y respeto a nuestro territorio” concluyó Gerson Acosta Salazar. Una voluntad que se podría cumplir en esta minga. 

Mientras las chivas se llenan, unas víctimas dudan. “No se cumple” suelta una señora, antes de añadir “la marcha es una buena alternativa, porque nos tienen olvidados”, “necesitamos a las demás comunidades, que nos apoyen.” La lucha de los del Naya no es sólo una lucha por la ‘Justicia’, es mucho más grande, es una lucha contra el capitalismo y sus ejércitos que quieren convertir puñados de tierra en bolsas de monedas, que quieren acabar con los procesos organizativos de los pueblos para gozar de sus recursos naturales. Es una lucha de todos.  

Una memoria presente y un pueblo en resistenciaLa masacre del Naya: ¡Nunca más!

OTRAS EXPERIENCIAS DE RECUPERACION DE MEMORIA HISTORICA :

1-    A los siete años de la masacre del Naya: la perspectiva de las víctimas :http://www.humanas.unal.edu.co/colantropos/documentos/AnuarioAntropologicoJimenoVarela.pdf
2-    COLOMBIA : EL CASO NAYA , Desarraigo territorial de poblaciones indígenas, campesinas y afrodescendientescomo un objetivo de guerra : http://servindi.org/pdf/ElCasodelNaya.pdf










[1] Gaborit, M. (2006) Memoria histórica: Relato desde las víctimas. En: Revista Pensamiento Psicológico Vol. 2, N°6, 2006, pp. 7-20
[2] Gaborit, M. (2006) Memoria histórica: Relato desde las víctimas. En: Revista Pensamiento Psicológico Vol. 2, N°6, 2006, pp. 7-20

[3] Gaborit, M. (2006) Memoria histórica: Relato desde las víctimas. En: Revista Pensamiento Psicológico Vol. 2, N°6, 2006, pp. 7-20

domingo, 30 de septiembre de 2012

LA MASACRE DEL NAYA COLOMBIA


La masacre del Naya, ocurrida durante el mes de abril de 2001 es conocida como una de las mayores barbaries en el CAUCA en donde se ve violentado el derecho internacional humanitario por parte de las tropas paramilitares del frente calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Durante varios días consecutivos, siendo los más crueles "miércoles y jueves santo" 11 y 12 de abril, alrededor de 500 hombres de la AUC incursionaron en las veredas de Patio Bonito, El Ceral, La Silvia, La Mina, El Playón, Alto Seco, Palo Grande y Río Mina, violentando y aniquilando a innumerables habitantes de la región argumentando nexos de la población campesina con grupos guerrilleros.
Las cifras exactas de cuántas personas fueron asesinadas nunca se conocieron, pero se considera que hubo más de 200 habitantes nayenses que murieron, siendo sometidos antes a brutales torturas, mientras que otros tantos se vieron obligados a desplazarse huyendo del terrorismo de estado.


La Hoya Hidrográfica del río Naya, conocida también como “región del Naya”, está ubicada entre los departamentos del Valle y Cauca, limita por el oriente con los cerros San Vicente (3.000 m.s.n.m) y Naya, (2.650 m.s.n.m) sobre la cordillera occidental; por el occidente con el Océano Pacifico; por el norte con el cambio de aguas de los ríos Yurumanguí y Naya, y por el sur con el cambio de aguas de los ríos Naya y San Juan de Micay. Comprende un área aproximada de 170.000 hectáreas. Esta región se encuentra bajo la jurisdicción de los Municipios de Buenaventura en el Valle, y López de Micay y Buenos Aires, en el Cauca.
La comunidad de la región ubicada en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca, rica en recursos hídricos, y naturales y espacio de conexión con el océano pacifico, ha sufrido de manera sistemática graves infracciones al DIH y diversas violaciones a los DDHH, entre ellas: homicidios, torturas, injurias, fumigaciones con glifosato, secuestros, masacres, desplazamientos forzados, accesos carnales violentos, desapariciones forzadas, reclutamientos, señalamientos, amenazas, asesinatos a sus líderes, detenciones arbitrarias, ataques y ocupaciones de instituciones de educación y salud entre otros crímenes, los cuales se han presentado desde la década de los 80 y muchos continúan produciéndose hasta el presente.[1]

Una de esas violaciones al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos se presento en abril del 2001 con la masacre de más de 200 Nayenses por parte de la AUC.

Según varias versiones, la masacre se produjo por represalia por los secuestros cometidos en la iglesia La María y en el km. 18 de la vía Cali-Buenaventura por el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN). A pesar de las advertencias presentadas oportunamente por las comunidades ante el gobierno nacional, las fuerzas armadas del Estado no hicieron nada por impedir tan anunciada masacre, indicó un medio de comunicación.
los desplazados de esta gran masacre llegaron a ciudades como Santander de Quilichao, Popayán, Buena Ventura y Cali pocas familias regresaron y la mayoría de los habitantes del Naya prefirieron en desplazamiento como forma de vida segura; mientras tanto siguen esperando la verdad justicia y su reparación.



En este blog haremos un análisis teniendo en cuenta la conceptualización de la masacre del Naya con los conceptos mencionados por IGNACIO MARTIN BARO como lo son la salud mental, la violencia, la polarización social, la mentira institucionalizada y el tarumá psicosocial, entraremos a fondo con el significado dado por este gran psicólogo y lo aplicaremos a nuestro campo de investigación como lo es la masacre del NAYA:



  • ·        SALUD MENTAL: para el psicólogo Ignacio Martin Baro la salud mental es una característica individual atribuible en principio a aquellas personas que no muestren alteraciones significativas de su pensar, sentir o actuar en los procesos de adaptarse a su medio sano y normal.

en cuanto al concepto que nos brinda Baro  podemos observar que frente a la masacre del Naya y teniendo en cuenta la investigación y los videos que se presentan en este blog encontramos que los habitantes de esta población es muy difícil superar aquel hecho en el 2001 sufren de un delirio paranoide como lo dijo Baro en su libro de Psicología social de la guerra: trauma y terapia, en donde vemos que la población esta constantemente en alerta, no se fían de nadie desconocido, sospechan de la buena fe de toda persona que les quieres ayudar y estructuraban sus gestos y sus palabras en busca de posibles peligros.

Una de las consecuencias mas traumáticas para aquellas victimas del conflicto armado , es recuperar la normalidad en su manera de pensar y actuar.  Al vivenciar una experiencia como lo es la masacre del naya, aquellas personas que logran evitar el desenlace trágico de la misma , quedan a futuro con un trauma a nivel mental que condiciona todas sus experiencias futuras. Esta es la realidad de un evento tan trágico , los afectados directa o indirectamente quedaron con una consecuencia a futuro reflejado por lo menos en su salud mental

  • ·        VIOLENCIA: tiene dos espacios a tratar, como primer punto la confrontación militar abierta y por otro lado el de la represión paramilitar encubierta, dirigida ya no contra combatientes, sino contra todos aquellos sectores o grupos de la población que apoyan o simpatizan  con los insurgentes. Este es el claro ejemplo de la violencia que se vio en el 2001 con la masacre del Naya en donde hombres de la AUC Incursionaron en la veredas violentando y aniquilando a los habitantes de la región argumentando nexos de la población campesina con grupos guerrilleros.

La masacre perpetuada en la región del naya , es una de las claras demostraciones de las violaciones a los derechos humanos por parte de grupos armados al margen de la ley , donde los afectados no son un grupo bélico , sino por el contrario la población civil . Existe una masacre de una población civil , bajos falsos preceptos de ideología . Los grupos paramilitares basaron su accionar en complicidad con el Estado , muchas veces en cooperación con el mismo . Siendo uno de los episodios mas creiticos y difíciles para nuestra realidad actual.



  • ·        POLARIZACION SOCIAL: son los esfuerzos conscientes de algunos grupos y sectores por desindentificarse respecto a ambos continentes (Martin- Baro, pag. 507) es el resultado de la desigualdad extrema de ideologías entre los grupos, en donde la ideología se entiende como aquellas actitudes valores y creencias que buscan justificar una situación política y socio- económica quedando eliminados por completo los puntos medios. Encontrando este aspecto reflejado en la masacre en donde se ve claramente la división de los grupos en cuanto a su ideología.


Las polarización mantiene al país  en un ambiente de tensión que no solo es bélica, sino también psicosocial.   La principal justificación de las AUC para haber perpetuado esta masacre, era que los pobladores de la región del naya , eran auxiliadores o simpatizantes de la guerrilla , además de simpatizar con ideas de izquierda, este fue el principal argumento para tratar de legitimar su actuación , una legitimación derivada de la polarización social reinante en nuestro país . Donde o se es de izquierda o se es de derecho , no existiendo puntos medios entre las dos vertientes políticas. Asociando generalmente a aquellos simpatizantes con las ideas de izquierda , con la guerrilla , siendo este un sustento para que los grupos de ultraderecha ejecuten acciones encaminadas a la desaparición de los integrantes que simpaticen hacia esa ideología. Este pensamiento, basado en la polarización social , ha sido uno de los fenómenos mas recurrentes en nuestra historia contemporánea , pasando por los enfrentamientos de antaño entre conservadores y liberales , con sus denominaciones de “ chulavitas “ y” bandoleros “ respectivamente . A posteriori con la violencia hacia los grupos de izquierda y la posterior exterminación de la UNION PATRIOTICA , por parte de grupos de ultraderecha , y muchos episodios mas , que demuestran la eterna polarización de nuestro país..

  • ·        MENTIRA INSTITUCIONALIZADA: una de las características de este concepto elaborado por Baro es la mentira institucionalizada en donde se ve el ocultamiento sistemático de la realidad y esta se encuentra en esta masacre en donde existe un silencio tan grande respecto del tema que relegan a los pobladores a un rápido olvido o a un pasado presuntamente superado por la evolución de los acontecimientos. Las continuas violaciones de los derechos humanos de los miembros de las fuerzas armadas entran obviamente en este ámbito del silencio encubridor.


La mentira institucionalizada ha sido uno de los elementos mas recalcitrantes que han afectado el devenir histórico colombiano , el intento de legitimar actuaciones contrarias al ordenamiento legal bajo falsos argumentos . El papel del Estado en este factor , es determinante y primordial , la mentira institucionalizada radica en esa actuación del estado de complicidad hacia la conducta punible . El papel del Estado con los grupos paramilitares no ha sido de simple complicidad u omisión hacia sus conductas, en episodios históricos como la masacre del naya , el papel estatal ha pasado a ocupar un puesto mas importante dentro de la escala de responsabilidades , no solamente actuando con omisión , sino en muchas ocasiones cooperando y facilitando elementos que permiten la actuación de los grupos paramilitares . Es de esta manera , como en declaraciones de los altos mandos de los grupos paramilitares , se vio la gran cooperación entre EJERCITIO – AUTODEFENSAS  , con el fin de atacar la guerrilla , pero como en muchas ocasiones , estos ataques no se dan en contra de agentes armados , sino de población civil. 

  • ·        TRAUMA PSICOSOCIAL: los seres humanos somos productos históricos por lo tanto el conflicto tendrá que repercutir de alguna manera en sus habitantes.

Etimológicamente, tarumá significa herida. En psicología se suele hablar de trauma para referirse a una vivencia o experiencia que afecta de tal manera a la persona que la deja marcada, es decir deja en ella un residuo permanente.
La herida que ha dejado en los habitantes es muy grande, no solo por los hechos ocurridos en el 2001 sino también por el abandono que tienen que soportar por parte del gobierno y de toda una nación, en los siguientes videos se desarrolla con mas precisión este concepto, en donde los habitantes nos cuentan su experiencia y su vivencia después de esta masacre, todos aquellos recuerdos que siempre quedaran marcados en cada uno de ellos y en sus futuros descendientes.